Intervenció a la compareixença de la Secretària d'Estat de Pressupostos
Gracias señor Presidente, señora
Secretaria de Estado,
Bienvenida, aunque llega tarde.
Pedimos su comparecencia el 26 de enero para que informara con detalle del
alcance y los recortes que se derivaban del acuerdo del Consejo de Ministros de
30 de diciembre.
Llega tarde, como llegan tarde los
presupuestos. Y los presupuestos llegan mal, porque yerran en el objetivo: sólo
el ajuste, olvidando el necesario estímulo a la economía y el impulso al cambio
de modelo productivo.
Empecemos por el retraso. ¿Le suena esta
afirmación?: “Hay quien pone los Presupuestos Generales del Estado al servicio
de su partido y quien los pone al servicio de los intereses generales de la
economía y la sociedad española” (Mariano Rajoy, Diario de Sesiones; debate de
presupuestos de 24 de octubre de 2007). Estoy completamente de acuerdo A estas
alturas, ya nadie duda que el Gobierno ha demorado su presentación por motivos
electorales. Y viendo el panorama, se me antoja una grave irresponsabilidad.
Si nuestra economía tenía problemas
para navegar en mares procelosos, hacia falta con urgencia dos cosas:
o Una carta de navegación adecuada, que se resumía en unos
presupuestos creíbles y coherentes con los problemas de nuestra economía y
o
Una tripulación experta, capaz de gobernar la nave con
acierto.
Pues bien, ni los presupuestos son
los más adecuados para salir de la crisis, a la luz de lo que estamos viendo
estos días,
o
ni las decisiones que ha ido adoptando el gobierno, que
se presentaba como el campeón en la gestión de la economía, han sido las más
acertadas, si atendemos a los resultados.
o
De hecho, a cada decisión que toman, abren una nueva vía
de agua a las posibilidades de nuestro país para salir de la crisis de forma
adecuada.
Estos días que se ha celebrado el
centenario del hundimiento del “Titánic”; hemos recordado a lo que conduce la
soberbia que alienta las decisiones erróneas: al desastre. Deberían tomar buena
nota y rectificar
Lo peor de todo es que, siguiendo
con el símil náutico, su modelo también replica las consecuencias del
naufragio: desprotección para los de segunda y tercera clases y privilegios
para los de primera.
Porque es evidente que el recorte en
el gasto social penaliza la cohesión y recae sobre los más débiles. Y si
hacemos caso del anuncio de recorte adicional de 10.000 Millones de euros, el
daño va a ser enorme.
Por el momento, reducen el gasto
social en un 4,3%, pasando a suponer el 56,2% del PGE en lugar del 58% en los
PGE de 2011.
Señora Secretaria de Estado,
señorías, los problemas de la economía
española deben abordarse en su conjunto, y plantear conjuntamente los objetivos
para atajarlos: reducir el déficit público, reducir la deuda privada, reactivar
el consumo interior y mejorar la competitividad exterior.
Lo hemos dicho en numerosas
ocasiones: sólo con ajuste no llegamos. Hay que actuar buscando el equilibrio
justo entre medidas de ajuste y medidas de estímulo. Una cosa sin la otra, es
un error de consecuencias desastrosas para nuestro país.
Es lamentable que, además, quieran
ser el alumno aventajado de esta en esta práctica. En realidad, se lo juegan
todo a una carta: los recortes. Si el enfermo necesitaba cirugía fina, optan por
los hachazos, más propios de un carnicero que de un cirujano.
Justifican la medida diciendo que se
trata de la condición necesaria para encontrar financiación en los mercados
externos, para seguir financiando los presupuestos públicos y hacer frente a
los vencimientos de la deuda. “Si no bajamos el déficit, nadie nos prestará
dinero o lo hará a un precio insostenible”, dicen. Pero esto es una verdad a
medias.
Porque la principal condición para que nos presten
dinero es que seamos capaces de devolverlo. Y ello se consigue controlando el
déficit, si, pero sobre todo, tomando medidas para que la economía vuelva a
crecer y genere los ingresos fiscales para hacer frente a nuestras obligaciones.
La austeridad mal entendida y mal
dosificada no aumenta la confianza. Más bien la disminuye, como estamos viendo
estos días.
Una política de ajuste que olvide la
reactivación del consumo interno y la mejora de la competitividad externa nos
convierte en menos fiables.
A pesar de todo, ¿Cuál es la
respuesta del Gobierno en estos Presupuestos?
Ya hemos comentado el impacto del
recorte en gasto social, que genera más desigualdad y hace recaer en los más
débiles el peso de sus políticas monotemáticas de ajuste. Eso sí, en algunos
casos justificándolas en base a un pretendido abuso, intentando hacerles sentir
culpables de la situación que padecemos.
Y se olvidan del gasto productivo: No
apuestan por la mejora de nuestro capital humano, tecnológico y físico, pues:
o Reducen un 21,9% en Educación, en especial las becas y
ayudas a estudiantes.
o
O bien, en lugar de fomentar la empleabilidad de nuestros
trabajadores, reducen en un 21,3% los recursos destinados al fomento del
empleo, cuando más está creciendo la tasa de paro y estiman en 630.000 los
nuevos desempleados.
o
Frenan de golpe la apuesta por la Investigación, el
desarrollo y la innovación, porque disminuyen los recursos destinados a la I+D
civil en un 25,6%. Dicha medida, además de ser fuertemente criticada por la
comunidad científica, afecta de plano a la industria exportadora, que incorpora
conocimiento, crea puestos de trabajo de calidad (y no los que apuntan su reforma laboral) y
es una apuesta estratégica para la recuperación de nuestra economía.
o
O bien recortan en un 32,3% en industria y energía.
o
O la reducen en
Comercio, Turismo y PYMES un 22,5%.
En cuanto a las infraestructuras, si
hay que reducir, no es menos cierto que hay que saber priorizar, y además ejecutando
lo comprometido. ¿Está segura que esta es la opción que se recoge en los
presupuestos?
Reducen un 22,1% en el subsector
Estado y un 22,2% en entes públicos y sociedades estatales. A la vista de las
propuestas, creemos que una vez más, el presupuesto está pensado más en clave
electoral que en de eficiencia y productividad del gasto.
Creemos que anteponen los intereses
de partido al interés general, así como también ignoran el mandato de los
Estatutos de Autonomía de diversas CCCAA, como es el caso de Cataluña o
Andalucía. ¿Qué van a hacer para dar respuesta a dicha obligación legal? “las
obligaciones legales están para que se cumplan”; Lo dijo en más de una ocasión
el entonces candidato Mariano Rajoy en sus visitas a Cataluña. ¿También se le
ha olvidado?
En definitiva, siguen hundiendo la
actividad y se cargan los motores de la recuperación económica de nuestro país.
En cuanto a los ingresos, su
política es injusta, ineficiente y no inspira confianza.
o
Es Injusta porque recae mayoritariamente sobre las rentas
del trabajo y las clases medias. En el mismo sentido actúa la restitución
permanente de la deducción sobre la compra de vivienda a las rentas altas
o
Es ineficiente porque la subida del IRPF va a deprimir
más el consumo y la demanda, acentuando la recesión.
o
Y aumenta la desconfianza sobre el cumplimiento del
déficit, porque la previsión de mayores ingresos no es creíble.
Por último, el gran engaño: la
amnistía fiscal
o
¿Para que va a servir una amnistía tan generosa, que
perdona miles de millones de euros sin exigir nada a cambio?
o
¿En base a que criterios científicos o paranormales se ha
fijado su rendimiento en 2.500 MEur?
Por inmoral e injusta, pero también
por inconstitucional, ya hemos anunciado que la vamos a recurrir.
En resumen, con ingresos injustos y
no creíbles y con algunos gastos que se van a incrementar – y ustedes lo saben
-, lo más probable es que su único controvertido objetivo de déficit no se cumpla.
Entonces, con su política, ¿a que
precipicio nos van a arrojar? ¿Qué va a hacer el presidente del Gobierno? ¿Lo
mismo que la orquesta del Titánic, que, ajena al drama que estaba ocurriendo,
continuaba tocando la misma música como si nada?
Señora Secretaria de Estado, no nos
resignamos a admitir la “doctrina única a la que nos quieren someter. Hay
alternativa y la vamos a defender.
No nos resignamos, ni nosotros, ni
la mayoría de los españoles españolas.
Vamos a trabajar para ponerlo de
manifiesto, en el trámite parlamentario y en nuestra acción política; no nos
resignamos ser testigos pasivos del desastre.
Sus presupuestos no valen para sacar
a España de la crisis; nosotros plantearemos una alternativa basada en una
fiscalidad más justa y equitativa y las políticas de ajuste irán acompañadas con
las de estimulo al crecimiento económico, impulsando el cambio del modelo productivo,
basado en la industria que crea puestos de trabajo de calidad, incorpora conocimiento
y exporta, sin olvidar la necesaria cohesión social.
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